El ex preso CONINTES, Jorge Eduardo Rulli, fue condecorado ante la admiración y la mirada emocionada de todo los que superaron la capacidad del salón Presidente Juan Domingo Perón de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Jorge Eduardo Rulli muestra su diploma y luce su medalla secundado por Carlos Villagra, Alfredo Brandón y Juan Imperial |
Luego de recibir de manos de Carlos Raúl Villagra, Alfredo Brandón y Juan Imperial, si dirigió escueta pero certeramente, a la concurrencia, manifestando su emoción, su alegría y adjudicó la distinción a sus muchísimos años luchando por la causa que legara Juan Domingo Perón.
Como broche de oro para estas líneas, se transcribe el relato que, el mismo Rulli, hace de sus años de entrega a la causa peronista:
"Comienzo mi compromiso con el Peronismo antes del golpe de septiembre, más concretamente el 31 de agosto cuando Perón amaga renunciar y la gente se convoca a la Plaza de Mayo. Desde entonces y hace más de sesenta años de aquellos acontecimientos no he parado. A los quince años estuve en Palabra Argentina para la primera marcha del silencio y luego participé con la JP en la prolongada batalla contra los comandos civiles por retomar la zona del centro de Bs. As. En el año sesenta fui condenado con casi toda la línea de conducción de la JP a seis años de condena por el Plan CONINTES. Una vez liberado me hago cargo de conformar las FAP para el retorno de Perón que se frustra en el año 64 y al año siguiente viajo a China a recibir instrucción militar con miras a persistir en el proyecto de un levantamiento armado. Soy detenido y torturado al año siguiente luego de iniciar acciones militares de recuperación de armamentos y estoy en terapia intensiva del H. Italiano cuando nos informamos de la muerte del Che y mi esposa también dirigente de la JP sufre trastornos mentales por la noticia, situación de la que no va a poder recuperarse hasta su muerte. El año siguiente lo pasamos en Cuba reponiéndonos, luego tengo un encuentro con el General en Madrid y vuelvo a Montevideo donde soy detenido como parte de la represión a un grupo que lidero y que se proponía reunificar ambas orillas y que convocaba a numerosos orientales. Los años siguientes organizo en La Matanza la Mesa Coordinadora de la JP y resistimos cuanto podemos junto a los Comandos Tecnológicos la irrupción del aparato montoneros en los barrios. En el 73 pese a diversos cuestionamientos por parte de quienes dominan la Universidad soy designado en el cargo de administrador del Campo San Pedro y permanezco allí hasta la intervención de Otalagano. En el año 77 vuelvo a ser detenido y torturado en Salta donde me hallaba refugiado tratando de sobrevivir a la represión existente. Permanezco cinco años preso en condiciones durísimas y salgo con prisión domiciliaria a finales del 81. Me escapo gracias a la ayuda de la Embajada Italiano y cruzo la frontera hacia Brasil y luego a España. Pero mis condiciones físicas y psíquicas y las de mi familia son tan graves que en vez de volver para la democracia solicitamos ayuda a la clínica para torturados de la cruz roja sueca y allí paso los siguientes cuatro años. Retorno a la Argentina en el año 87 en un plan de retorno al campo y a la vida rural, me radico en Marcos Paz y me dedico a reivindicar en la práctica y en la teoría una vida en armonía con el medio y en gran medida autosuficiente, inspirada en la carta de Perón a los pueblos del mundo del año 72, documento que anticipa de manera brillante las mejores preocupaciones de una gran parte de la generación joven con la que ahora trabajo en temas de ecología y de lucha por una sociedad más justa, convivencial y con Soberanía alimentaria."
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